Escapismo


Blues de los sueños rotos
9 diciembre 2009, 10:23 pm
Filed under: Ficción, Opinión

Blues de los sueños rotos

Hacía tiempo que no leía una novela que me enganchara. Y esta lo ha hecho.

Walter Mosley (Los Ángeles, 1952) nos sumerge en el mundo del blues, nos lleva desde Nueva York. en la actualidad, hasta los antros del Delta del Missisipi de los años 30, época donde los negros eran negros, maltratados y menospreciados, y dónde la única escapatoria era el alcohol, las mujeres, pero por encima de todo el blues.

El protagonista es Artwater Wise, alias Cuchara, un viejo de color que en los últimos meses de su vida necesita recordar los tiempos en los que vivía para el blues. Con esta excusa hace un repaso a su vida, una vida de sufrimiento, como la de toda la gente de color de aquellos años.

Cuchara, enfermo y dolorido, es abandonado en la calle por no pagar el alquiler. Le recoge Kiki, una chica blanca, desequilibrada y problemática, que estafa a la compañía de seguros donde trabaja consiguiendo así pagar los tratamientos del viejo enfermo. Los dos han sufrido pero ninguno de ellos se ha rendido. Los dos siguen su camino, a veces juntos, a veces por separado para acabar cada uno donde espera, o sueña.

Es una novela cruda, desolada, que nos presenta un Nueva York deshumanizado y decrépito pero que no se olvida de la ternura. Mosley conmueve, consigue que los personajes te importen. Y siempre deja en buen lugar al ser humano, dándonos la visión positiva de que cuanto más se sufre más generoso de corazón se llega a ser. En este libro abundan los buenos.

La historia contada por Cuchara encierra un descarado homenaje a Robert Johnson, gran guitarrista de blues y “abuelo del rock and roll” (1911-1938). Está bien narrada con personajes perfectamente dibujados. Muy visual y llena de color, pero sobre todo de música, las páginas rezuman blues de tal forma que llegas a querer formar parte de él.

 “Mis costillas son la cárcel – vociferó Cuchara- El blues es mi corazón.”


5 comentarios so far
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«Sí, es un buen hombre, como un ángel es bueno. Pero nosotras no estamos hechas para tratar con ángeles, chica. Los ángeles atraen toda la maldad y todo el dolor del mundo. Miran cómo mueren los niños, eso es lo que hacen. Cogen todo el dolor y lo gritan. Los ángeles viven con el mal y con la muerte. Ése es su oficio. Los asesinos y los ladrones y los tiempos tan duros que hacen llorar sangre. Ahí es donde encuentras a los ángeles. Yo preferiría hacer de puta en estas calles que pasar una tarde con un ángel. Me mataría antes que compartir mi pan con un ángel.» Me lo acabé ya. Y este párrafo me dejó K.O. mmmmuas.

Comentarios por Fatima

El libro tiene párrafos que te estrujan por dentro, y sí, ese es uno de ellos. Aunque creo que en el fondo lleva un mensaje positivo, no todo está perdido, ¿o sí?
Espero que te haya gustado. besito

Comentarios por Elena Azcárate

Si, si. Si me ha encantado. Esta frase la suelta su mujer (ex). Que ya sabes cómo estaba… Yo quiero acabar como Kiki. Y punto. No todo está perdido, claro que no. Y quiero seguir pensando que hay ángeles buenos. Si no buenos, protectores. Besito muaka.

Comentarios por Fatima

Da igual que sean buenos o caídos, los ángeles no son buenos para la salud mental de las mujeres

Comentarios por Sonia Aguirre

La novela es brutal pero el párrafo que citáis ya entra en la zona de perfección. Comentario de lectua en mi blog: http://heroinasdiscolas.blogspot.com.es/2013/09/blues-de-los-suenos-rotos.html

Comentarios por Sonia Aguirre




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