Filed under: Ficción
– Fóllame – le dice ella abriéndose de piernas.
Él se queda quieto, nunca antes una mujer se le había ofrecido así, tan desinhibida. Aunque en sus fantasías las mujeres son explícitas, en la realidad no le excita, le resulta demasiado fuerte o quizá ordinario.
Y más tratándose de su mujer, siempre tan comedida.
Hoy ella le ha llamado al trabajo y ha dicho: no te entretengas, tengo una sorpresa. Esto no es habitual así que ha conseguido intrigarle, ha barajado: cena especial, amigo olvidado, o película porno con botella de champán, como hacían antes.
Ha entrado en casa y una ristra de velas le ha indicado el camino hacia el dormitorio. Divertido, ha abierto la puerta. Casi le da un pasmo. Su mujer protagonista de la película incluso en el diálogo. La mira fijamente ahí tumbada, en pose erótica, con un sujetador rojo y un tanga a juego.
– Fóllame – insiste, y con un dedo echa el tanga a un lado.
Él puede ver que se ha depilado entera. Le da un poco de repelús, ella nunca lo había hecho antes. De repente está tímido, se quita los pantalones con parsimonia, primero los zapatos, el cinturón, y se queda en calzoncillos. Su mujer últimamente hace cosas extraordinarias. Se ha teñido de rubio platino y practica Pilates en el salón todas las mañanas. Nunca ha tenido tesón para estas cosas en cambio ahora parece que le va la vida en ello. Acaba de cumplir cuarenta años, quizá todo se deba a esto y en un tiempo se le pase. O es posible que le acaben gustando a él estos cambios.
No se nota excitado, espera que cuando se tumbe con ella, su cuerpo empiece a reconocerla. Llevan quince años acostándose juntos, la rutina y después el tedio han hecho mella. Y ahora una película porno en su propia cama. Le encantaría olvidar que es su mujer y follársela como se imagina en sus sueños. Pero no se atreve, hay algo que se lo impide. Siente vergüenza. O respeto.
Ella dice “quiero chuparte la polla”. Él, que a esas alturas no la tiene ni medio dura, se deja hacer. Su mujer se arrodilla y se la chupa, rasga los ojos y saca la lengua cuando le mira. A él le pone cachondo ver la tira del tanga entre las nalgas. Intenta imaginar que ese culo y esa cabeza rubia platino son de otra mujer, casi lo consigue. Nota que su excitación empieza a ser firme. Ella se tumba en la cama y se toca, se quita el tanga, se abre de piernas, está empapada. Le mira provocativa y mete y saca los dedos, se acaricia. El repelús ha dado paso a un deseo bestial. Ella le dice: come. Él mete la cabeza entre sus piernas y chupa, sin pelo es distinto, y sabe diferente. Ella se retuerce y le suplica. Él, más resuelto, la pone contra el cabecero de la cama. Llevan mucho tiempo sin hacerlo en esa postura. Están brillantes, y resoplan. Se mueven al compás de los empellones de él, que le da azotes suaves en el culo. El grado de excitación es tal que, entre gritos casi juveniles, tardan poco en tener un orgasmo, inusual por intenso.
Se desploman en la cama, recuperan el aliento, no hablan, tampoco se tocan. Ella se levanta a lavarse. Él le dice que ha estado increíble, y la llama “cielo”. Ella asoma la cabeza desde el baño, y, con cara de profesional, contesta:
– Sí cariño, muy bien, son ciento cincuenta euros.
Él, lejos de sorprenderse, va a por la cartera, saca tres billetes de cincuenta, y los deja discretamente encima de la mesilla, entre la foto de boda y el despertador. La próxima vez a lo mejor se atreve a llamarla «putita».
42 comentarios so far
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Joder, el final es impactante, pero supongo que feliz, porque al fin y al cabo pasaron un buen rato, el dinero queda en casa, se han buscado un buen entretenimiento para los próximos días
Comentarios por Miguel Baquero 17 noviembre 2010 @ 3:55 pmYo también lo veo un final feliz, en la pareja de larga duración… ¡renovarse o morir! Y está claro que a él le ha gustado el juego así que los dos contentos.
Comentarios por Elena 17 noviembre 2010 @ 4:27 pmGenial¡¡¡ Como he disfrutado con este relato, tengo que decir que lo estaba leyendo mientras esperaba en una tediosa cola en el Registro, rodeada de gente encorbatada, trajeada y seria, yo leía «follamé»….»quiero comerte la polla»… y cuando miraba a mi alrededor me sentía igual que te sientes cuando en un restaurante, mientras estás comiendo con unos amigos, uno de ellos se dedica con tu consentimiento a meterte mano por debajo de la mesa. Excitante como un buen relato erótico debe ser.
Comentarios por Maria1 17 noviembre 2010 @ 4:26 pmEn serio, tiene el comienzo perfecto, un ritmo in crescendo y un magnifico final. Un besazo.
¡Gracias reina! Aunque creo que el hecho de que lo hayas leído en el Registro ha sido determinante para que te guste tanto, :-D. Creo que este relato es el ejemplo de lo que podríamos encontrar detrás de una corbata o un traje. No hay que fiarse de las apariencias. Besitos.
Comentarios por Elena 17 noviembre 2010 @ 4:55 pmMe ha encantado el cóctel: realidad cotidiana, ciencia ficción, humor y sexo en un ritmo trepidante. Plas plas plas.
Comentarios por ángel 17 noviembre 2010 @ 4:46 pm+ besos.
¿Ciencia ficción? Jaja, bueno sí, en algunos casos puede ser. Quizá te haya dado ideas este cuento, ;-). A veces hay que aguzar el ingenio para revitalizar la pareja. Gracias chiquitín. Un besazo.
Comentarios por Elena 17 noviembre 2010 @ 5:17 pmVoy a tomar nota a lo de cobrar, sí. !Cómo me gustan tus relatos eróticos, neni! Me ponen a mil. Muuuas.
Comentarios por Fátima 17 noviembre 2010 @ 5:42 pmjajaja, lo de cobrar no es mala idea, incluso una escala de tarifas por numerito preparado. Cuanto más guarro más caro.
Comentarios por Elena 18 noviembre 2010 @ 10:07 am¡Qué bien hacerte pasar un buen rato!
Besitos.
o a morderle la oreja, quién sabe
Comentarios por JG 17 noviembre 2010 @ 10:22 pmIgual se atreve hasta a besarla. 🙂
Comentarios por Elena 18 noviembre 2010 @ 10:08 amMe encanta el dinero en la mesilla, la transformación de sorpresa en implicación.
Comentarios por Altea 18 noviembre 2010 @ 10:51 amNo hay que dejar de jugar nunca!
Eso creo yo, la vida es un juego a veces aburrido, en nuestra mano está hacer que sea divertido o gratificante, solo hay que pensar un poco! Gracias Altea.
Comentarios por Elena 18 noviembre 2010 @ 11:56 amComo siempre excepcional, en particular me gusta mucho la matización inicial entre lo que le gusta imaginar y su no conexión con la realidad, débil ligazón a veces tan equívoco. Los curiosos meandros del deseo…impecable. Todo es antología en tu caso.
Comentarios por Astapovo Blues 18 noviembre 2010 @ 11:43 amA veces lo que creemos satisfactorio en la mente resulta hasta desagradable en la realidad. En este caso, el protagonista, aunque le costó, supo ligar su fantasía con la realidad.
Comentarios por Elena 18 noviembre 2010 @ 12:05 pmGracias por tu comentario tan halagador. Así da gusto escribir.
Yo le hubiera cobrado 250 😉
Comentarios por dexter 18 noviembre 2010 @ 12:56 pmMuyyyy bueno, no apto para algunas personas, créeme!
Me encanta el tema del juego emocional sensual sexual…
Tú es que te vendes caro porque lo vales. Supongo que te referirás que no es apto para menores ¿no?, ¿o crees que puede ofender a alguna mente estrecha? En cualquier caso, me alegro que te guste!
Comentarios por Elena 18 noviembre 2010 @ 4:43 pmBesos
Todo lo que ayude a eliminar la rutina ayuda a mantener la llama ardiendo… ¡incluso el pilates!
Comentarios por Mr. Rific 18 noviembre 2010 @ 10:57 pm😛
Completamente de acuerdo.
Comentarios por Elena 19 noviembre 2010 @ 9:04 amEsa lucha contra la rutina en la pareja de larga duración es continua, en cuanto te relajas… pum… aparece y empieza a minarla, hay que estar alerta y ¡hacer lo que sea!
Hola Elena
Me ha sorprendido gratamente este relato, es todo un culto a lo que una historia erótica debe tener, te felicito por publicarlo.
Un abrazo
Comentarios por A.B. 19 noviembre 2010 @ 6:07 am¡Gracias A.B. !
Comentarios por Elena 19 noviembre 2010 @ 9:11 amSiempre me ha gustado la literatura erótica, y no es fácil que salga algo convincente, hacía tiempo que no escribía nada como esto así que este cuento ha sido una regresión al relato erótico.
Otro abrazo.
Maria ha leido este relato en la cola del registro y yo a las 8 de la mañana en mi mesa de trabajo y el resultado ha sido el mismo.
Comentarios por blanca 19 noviembre 2010 @ 9:18 amMe ha encantado y por lo que veo, eso que segun tu se habia ido sigue aqui. Un beso
jajaja, no es el sitio ideal para leer un relato como este, bueno, o sí, según como se mire. Luego lo vuelves a leer en casa, con Paco. 😀
Comentarios por Elena 19 noviembre 2010 @ 9:53 amY no creas, que lo que se ha ido solo viene a ratos. Besazos.
Me gusta cómo transmites la incomodidad de él ante la actitud de su mujer, que no es la habitual. Y el final, muy bueno.
Comentarios por Ainhoa 19 noviembre 2010 @ 10:30 amBesos.
Sí, es completamente comprensible su actitud de sorpresa e incomodidad, menos mal que al final entra en el juego y hasta lo pasa bien, aunque le cueste la pasta.
Comentarios por Elena 19 noviembre 2010 @ 11:58 amBesos guapa!
Me ha gustado mucho. Como siempre, tus relatos eróticos son muy estimulantes y apropiados para leer en cualquier sitio, sola o acompañada :-). Me ha encantado lo de «putita», cada vez que lo leo… jejeje
Comentarios por Bea 19 noviembre 2010 @ 9:29 pmBesito
Estimular al que lee me gusta, y que sea físicamente me parece un logro. Sabía que lo putita te iba a gustar, jaja, por la de veces que lo hemos oído ;-).
Comentarios por Elena 19 noviembre 2010 @ 11:09 pmBesito
El juego erótico con fines matrimoniales, de variación de pareja, pero llevado a un extremo consentido por ambos. Bien, a cada quien lo que le acomoda. No? Será que todos los maridos sueñan con una putita en la cama matrimonial ?
Comentarios por minicarver 21 noviembre 2010 @ 8:43 pmMientras los dos entren en el juego es perfecto. Durante mucho tiempo se dijo que un marido quiere una esposa y madre ejemplar pero putita en la cama. No sé si con los nuevos tiempos los hombres siguen pensando lo mismo. Espero que no. 🙂
Comentarios por Elena 22 noviembre 2010 @ 4:31 pmme permito una extrañeza… tu relato apunta hacia eso, pienso. O hice una lectura equivocada? Me explico, el detalle del dinero me pareció excesivo en el juego y percibí a la autora en ese momento. Dicho esto como un comentario literario. saludos
Lectura equivocada no, si acaso distinta.
Comentarios por minicarver 23 noviembre 2010 @ 5:47 pmEl detalle del dinero me parece que da consistencia al juego y por lo tanto al relato. Marido y mujer juegan a no ser ellos hasta el final.
Siempre son bienvenidos tus comentarios.
vay vay vaya.. tengo que volver por aquí a por más..
Comentarios por jordi M. Novas 24 noviembre 2010 @ 6:09 pmEspero que así sea. Siempre y cuando mi mente, que está bajo mínimos, siga teniendo algo que ofrecer. 😀
Comentarios por Elena 24 noviembre 2010 @ 11:11 pmEscribes bien, sin dudas. No soy nadie para decirlo, pero me gusta tu estilo, tu economia de palabras, las justas para relatar lo que te propones. Este relato tiene frescura y erotismo, una mujer que toma la iniciativa y un hombre que, poco a poco, va accediendo al juego propuesto. Buen final pues indica una posibilidad de un principio, de algo nuevo.
Comentarios por Javier Revolo 25 noviembre 2010 @ 2:37 amBesos
¡Gracias de nuevo Javier! Soy sintética, a veces demasiado, lo sé. Pero siempre intento buscar las palabras justas para expresar lo que quiero decir. En un relato solo hay que dar la información necesaria. Me ha gustado tu lectura del final, efectivamente es el principio de algo nuevo en una relación aburrida.
Comentarios por Elena 25 noviembre 2010 @ 11:15 amUn beso.
No sé qué decirte, el final con toque humorístico me falla en relación con el tono resignado de él durante todo el relato.
Comentarios por Nando 28 noviembre 2010 @ 10:06 pmLa situación de él, por otra parte, la comprendo, pero no sus reacciones. A mí personalmente me hubiera interesado conocer un poco más las motivaciones de ella, pero claro, ¡yo soy un hombre!
Él va evolucionando a lo largo del relato, empieza resignado pero su actitud va cambiando hasta entrar completamente en el juego y llevarlo hasta el final. Las motivaciones de ella creo que doy una pista bastante significativa. Vamos, que me da que lo has leído muy por encima, jajaja,
Comentarios por Elena 29 noviembre 2010 @ 10:06 amLo del cumpleaños no es una motivación, Elena; es una excusa…
Pero Fernando no está celebrando su cumpleaños.
Comentarios por Nando 1 diciembre 2010 @ 4:46 pmMotivaciones: crisis de los cuarenta, quince años de matrimonio, necesidad de renovarse (hace cosas extraordinarias). A mí me parece suficiente para un relato tan corto.
Leí este texto después de ‘Discordia’ ¿puede que sea la misma pareja? Me ha gustado mucho. Saludos!
Comentarios por blopas 30 noviembre 2010 @ 3:06 pmGracias de nuevo. Pudiera serlo pero mi intención no es que fuera la misma pareja, aunque en el mundo de las relaciones todo es reiterativo y casi siempre lo que cuento se podría aplicar a cualquier pareja en un momento dado. ¿No crees?
Comentarios por Elena 30 noviembre 2010 @ 4:11 pmUn abrazo.
A esto se referían con lo del sueldo para el ama de casa??
Comentarios por ucomin 3 diciembre 2010 @ 12:47 pmEscueto pero excitante.
jajaja, pues no había caído, como te lea alguna ama de casa te va a linchar, no creo que pensara que eso entra en sus tareas domésticas, aunque estoy segura que para muchas así es, una obligación más.
Comentarios por Elena 3 diciembre 2010 @ 2:29 pmCon tu prosa franca, agil desarrollas un tema de foco rojo, que tiene palabras fuertes, pero no porno. expones una situación real: el tedio en la pareja. La pareja que busca y lo logra reverdecer el fuego, el cual revive con el fuelle de una imaginación llevada a la practica y después … un abrazo Rub
Comentarios por rubengarcia 3 diciembre 2010 @ 5:32 pmMe va la franqueza en las palabras, creo que no es bueno sumergir los problemas, hay que enfrentarse a ellos y combatir la desidia. Y desde luego ¡ellos lo hacen bien!
Comentarios por Elena 3 diciembre 2010 @ 6:58 pmGracias Rub, un abrazo.